martes, 12 de marzo de 2019

Carta: Qué tal se siente, Rafael Vicente?

Qué tal se siente, Rafael Vicente?
Fernando Vega
Cuenca, Ecuador
¿Qué tal se siente Rafael Vicente? Volver al Ecuador despojado el poder, caminar por la calle con guarda espaldas entre amantes y odiadores.
–Oigo que tus enemigos te cantan “rata inmunda de dos patas”; yo no llego a tanto- Puedo decirte que te entiendo porque yo también pasé por esos tragos, gracias precisamente a ti, de alguna manera. Y digo esto porque no es justo hacer leña del árbol caído. Lejos de mí patearte en el suelo, pero si dialogar sentados ambos en la vereda y a la vera del camino de la historia, yo porque pertenezco a una generación de salida, tu porque te feriaste las oportunidad de tu vida para dejar un legado pulcro y duradero. Para que me entiendas voy a explicar mi itinerario antes de hacerte otras preguntas.
Allá por el 2006 yo era Vicario de Pastoral Social de la Arquidiócesis de Cuenca y había heredado algo del prestigio de Monseñor Luis Alberto Luna, con quien trabajé 20 años; por supuesto que también heredé sus amigos y sus enemigos. Ilusionado, igual que tú por hacer un Ecuador nuevo, me despojé del poder eclesiástico para asumir la condición de ciudadano y obrero de la Revolución Ciudadana. A ti no te conocía, pero sí a Alberto Acosta, compañero en la lucha por los derechos de los migrantes en la “coalición por las migraciones”. Con él nos embarcamos, con ingenuidad, debo reconocerlo ahora, en el sueño de una patria diferente, para todos. Confiamos en ti.
Claro que dejar la peana de lo sagrado implicó para mí, algunas renuncias, entre ellas exponer mi vida privada a luz pública, someterme al escrutinio severo que se suele hacer con las debilidades humanas de los curas. Sin embargo, también debo reconocerlo, que la propaganda de PAIS, de contar con un “cura revolucionario” afín a la “teología de la liberación” halagó y compensó esa vanidad y narcicismo que siempre nos acompaña –de eso tu sabes bastante-. A la ola de tu popularidad aporté la mía, y logramos poner en la Constituyente cinco asambleístas por el Azuay con la votación récord de todo el territorio nacional. El triunfo nos embargaba y nos embriagaba, reconocerlo es de varones.
Sin embargo, la popularidad del “cura asambleísta” duró poco –los ocho meses de la Asamblea-. Pronto me di cuenta de algunas mentiras como esa de “la asamblea de plenos poderes” y pude percibir tu talante autoritario y antidemocrático. Diferencias sobre el texto constitucional donde impusiste tu voluntad, como en el caso de la “consulta previa” a los pueblos y nacionalidades para imponer, como lo hiciste luego, el extractivismo y la minería; tu machismo patriarcal que puso coto, desde tu discurso inaugural en la Asamblea, a las aspiraciones de los derechos de las mujeres y otras cosas, me hicieron merecedor del calificativo que diste a quienes se atrevían a cuestionarte, ya entonces: “infiltrados”. “Que les vaya bonito”
Me jugué mi futuro en la Iglesia en la campaña por el Sí a la Constitución. Aunque tenía todo el derecho de quedarme en el “congresillo”, me tragué mis sueños e intenté volver a las trincheras pastorales. A consecuencia de ello ya era, en la boca de tu propaganda descalificadora “el cura expulsado de la iglesia” y cuando me opuse a la consulta del 2011 para meterle la mano en la justicia –no olvides que fui presidente de la mesa de Justicia y Anticorrupción y que el principio de la independencia de la justicia era un pilar fundamental de la nueva justicia que decíamos querer construir- sufrí la muerte civil que has aplicado a todo disidente. “Resentido, malagradecido” me decían muchos de tus fieles seguidores. Jamás mi opinión volvió a escucharse en los medios púbicos –Que lo diga el Lasso de “Palabra Suelta”, si no es verdad-.
Debo decir que tienes un concepto lamentable de la lealtad. Para ti la lealtad es la del embudo, todo para ti, nada para la patria –muy al contrario de la frase del viejo luchador al que invocabas-. A quienes utilizaste como peldaños para encaramarte en la monarquía de la majestad del poder, cuando ya no te eren funcionales los desechaste, los linchaste mediáticamente, políticamente y jurídicamente –no olvides que tu contralor Polit me sentó junto a Isabel Robalino y otros octogenarios en el banquillo de los calumniadores, en cumplimiento de tus órdenes sabatinas-. Te deshiciste de quienes buscaban el bien mayor de la Patria para rodearte de aduladores sumisos y de pícaros interesados.
He pagado caro y he purgado mi responsabilidad de haberte apoyado en los inicios, pero me queda la paz de haber sido coherente con las aspiraciones de quienes defraudaste. Con la fe que me queda, pedí a Dios, con todas mis fuerzas que no te presentaras a la reelección por la que tanto te empeñaste, hasta lograr que la Asamblea borreguil te allanara el camino. La carta de tu padrino Francois Houtart, que en paz descanse, un hombre del cual no tenías por qué temer mala voluntad ni pudieras acusarle de pretender un “golpe blando” te dijo con todas sus letras: “Rafael el proyecto no va más, ni política ni económicamente”. Hiciste caso y te fuiste Bélgica dejando huérfanos y huérfanas de liderazgo a las “pames” que te querían presidente para siempre.
Sabes muy bien que no te querías hacer cargo de esa “cualquier pendejada a la que llaman Revolución Ciudadana y la Década Ganada” –Lenín Moreno, palabras más, palabras menos- porque ni lograste siquiera construir un movimiento de político de base y llevaste a la economía del Estado a la quiebra. Hoy todo lo bueno que pudiste haber hecho o no hiciste esta empañado por la corrupción, la ineficiencia y el cinismo. Y entonces, como bien se interpretó a si mismo Lenín Moreno, llamaste a “otro tonto” para que se hiciera cargo del muerto, con la condición de que “protegiera a los compañeritos”, y para que su previsible fracaso alfombrara tu regreso para el 2021. Pero mira, el “tontito” te salió respondón y está empeñado en que la amenaza de tu regreso no se cumpla. Eso de utilizar a las personas tarde o temprano pasa la factura.
Me suena la canción Zamba para Olvidarte, de otras décadas más gloriosas, en boca de Mercedes Sosa: “No sé para qué volviste, si ya empezaba a olvidar… que mal hace recordar… no sé si tu lo sabrás muchos lloraron cuando te fuiste… para qué vamos a hablar de cosas que ya no existen… no se para que volviste… que pena me da saber que de ese amor ya no queda nada… ya ves que es mejor no hablar… solo una triste canción da vueltas por mi guitarra”. Ya ves que ninguna de tus patentes funciona, ni esa de “prohibido olvidar”. Pero ya que has vuelto y antes de que te vayas de nuevo quiero hacerte otra pregunta –porque robó un poco de mi vida… pero eso es de Perales-. Mejor son varias preguntas.
¿Qué tal se siente estar en el ático, solo y encadenado a las redes sociales, sin las sabatinas, sin el púlpito donde pontificabas? Yo lo sé, frente mi computadora y lejos de la parroquia. ¿Qué tal se siente cuando tiene que ingresar al Ecuador como Vicente; –razón tienen los que vislumbran en ti una crisis de identidad-; furtivamente, tener que dejar el aeropuerto por una puerta trasera; escuchar a unas decenas que te vitorean y a centenas que se desgañitan “Fuera Correa Fuera”. Con razón te remuerdes las muelas y no puedes ocultar ese rictus facial de dureza pétrea que fuiste tallando en los últimos años de tu despotismo e intolerancia. ¿Qué tal la cosecha?
¿Qué tal se siente andar como ciudadano de a pie, mendigando una entrevista en la “prensa corrupta” porque ya nadie te para bola en los medios oficiales que tienen responden a otro señor? ¿Qué tal es cuando te vacunan con la propia medicina que inventaste –no hay mejor cuña que la del mismo palo y con la misma lana del perro se cura la mordida dice el refranero popular- ¿Qué tal es que te roben, o mejor que otros recojan el Movimiento PAIS del que te adueñaste y que has abandonado y perdido por tu propia estulticia y tozudez? ¿Qué tal es que te cierren las puertas de Esmeraldas para intentar tu famosa “convención nacional”? con los que te siguen sin fiambre –hay que reconocerles cierto valor ya que se han jugado todo por ti, a diferencia de todos los que te han abandonado-.
No sé si te has dado cuenta que ahora tu eres la oposición a la revolución ciudadana oficial. No sé si te has dado cuenta que ahora eres tú el de los “golpes blandos” y el “desestabilizador”. No te das cuenta de que el pueblo sanduchero que antes llenaba la plaza para los cambios de guardia ahora aclama al nuevo señor de Carondelet que se mofa de tu museo tan amorosamente construido para perpetuar tu memoria. ¿No te das cuenta de que el Pueblo te ha jubilado? -Alguna vez tú mismo lo dijiste que tras el domingo de Ramos viene la crucifixión ¡Por qué olvidaste ese destello de sabiduría!- ¿Por qué olvidaste tan pronto tus propias palabras de que “necesitabas descansar de los ecuatorianos y que los ecuatorianos necesitaban descansar de ti? ¡¡¡Por qué carajo has venido a seguir jodiendo!!!
No sé si te has dado cuenta que ahora tu encarnas el discurso de la oposición ciega y perversa que antes condenabas en la vieja partidocracia. Ahora tú, tú denuncias que hay una dictadura, tú dices que no hay independencia de poderes, tú dices que no hay libertad de expresión, tú dices que la justicia esta intervenida, tú dices que la corrupción se ha instalado en Carondelet, tú, tú, siempre tú. ¡Cara dura! Deja que el Ecuador se distienda, se desempalague de tu pretendida dulzura, deja que, ¡por fin! los ecuatorianos intenten pensar sin ti, vivir sin ti; deja que intentemos ser ciudadanos; deja que intentemos construir democracia. Deja que surjan nuevos liderazgos políticos que no pueden crecer bajo tu sombra omnipotente. Parafraseando a tu colega el monarca español, ¡¡¡Por qué no te callas!!!
Hace uno días, para terminar, a los casi 10 años de haber iniciado ese sueño que ha terminado en pesadilla, unos reporteros de Televisión Pública se me acercaron a entrevistarme. Les dije ¡Qué bien, me siento resucitado, que existo!, –porque durante tu reinado toda disidencia o discrepancia fue sepultada en el cementerio del olvido-. Les dije que me sentía rehabilitado de alguna manera, que volvía a ser ciudadano de a pie, que lo que opinara podría ser de algún interés, que podía aportar algo. Por supuesto que dije que si ponemos en la balanza los bienes que hiciste y los males que causaste, los males pesan mucho más y dije también que si los ciudadanos no nos sacudimos y participamos, con Moreno tendremos, otra vez, la revolución ciudadana, parte dos. Mucho ruido y pocas nueces. Y dije que necesitaremos muchos años de austeridad para salir de la quiebra política, económica y moral que nos dejó tu década… desperdiciada. Como sé que te gusta cantar. “¡Discúlpame si te hago otra pregunta…”! ¡Ojala entiendas y aprendas, para que tu dolor no sea inútil!
Fernando Vega, exsacerdote católico, fue asambleísta constituyente por Alianza PAIS.

Si ofrecen trabajo u otra cosa, cambie de candidato al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social

En época de campaña la mayoría de candidatos ofrecen por simple ocurrencia y ambición de poder, esto se evidencia en los spots publicitarios de varios candidatos.

Debemos tener en cuenta cuales son las atribuciones que por Ley les corresponde a los que buscan formar parte del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social - CPCCS, SI OFRECEN TRABAJO U OTRA COSA, que no esté en estos artículos de la Ley del CPCCS, CAMBIE DE CANDIDATO.

Art. 5.- Atribuciones generales.- Al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social le compete: 
1. Promover la participación ciudadana, estimular procesos de deliberación pública y propiciar la formación en ciudadanía, valores, transparencia y lucha contra la corrupción.
 
2. Establecer mecanismos de rendición de cuentas de las instituciones y entidades del sector público, y las personas jurídicas del sector privado que presten servicios públicos, desarrollen actividades de interés público o manejen recursos públicos.
 
3. Instar a las demás entidades de la función para que actúen de forma obligatoria sobre los asuntos que ameriten intervención a criterio del Consejo.

4. Organizar el proceso y vigilar la transparencia en la ejecución de los actos de las comisiones ciudadanas de selección de autoridades estatales. 

5. Designar a la primera autoridad de la Procuraduría General del Estado y de las Superintendencias de entre las ternas propuestas por la Presidenta o Presidente de la República, luego del proceso de impugnación y veeduría ciudadana correspondiente. 
6. Designar a la primera autoridad de la Defensoría del PuebloDefensoría PúblicaFiscalía General del Estado y Contraloría General del Estado, luego de agotar el proceso de selección correspondiente.
 

7. Designar a los miembros del Consejo Nacional ElectoralTribunal Contencioso Electoral y Consejo de la Judicatura, luego de agotar el proceso de selección correspondiente.  
8. Designar a las autoridades y delegados de la ciudadanía que determine la ley, luego de agotar el proceso de selección correspondiente, con veeduría y derecho a impugnación ciudadana, en los casos que correspondan.
 
9. Presentar, promover e impulsar propuestas normativas, en materias que correspondan a las atribuciones específicas del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. 
10. Las demás atribuciones señaladas en la Constitución y ley.
 

Art. 6.- Atribuciones en la promoción de la participación.- Al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social en la promoción de la participación ciudadana le corresponde 
1. Promover iniciativas de participación ciudadana de ecuatorianas y ecuatorianos en el país y en el exterior que garanticen el ejercicio de los derechos y del buen vivir; así como velar por el cumplimiento del derecho de la ciudadanía a participar en todas las fases de la gestión de lo público, en las diferentes funciones del Estado y los niveles de gobierno, por medio de los mecanismos previstos en la Constitución de la República y la ley. 
2. Proponer a las diferentes instancias públicas, la adopción de políticas, planes, programas y proyectos destinados a fomentar la participación ciudadana en todos los niveles de gobierno, en coordinación con la ciudadanía y las organizaciones sociales. 
3. Proponer, promover y facilitar procesos de debate y deliberación pública sobre temas de interés ciudadano, sea que hayan nacido de su seno o de la iniciativa autónoma de la sociedad. Deberá, además, sistematizar los resultados de los debates, difundirlos ampliamente y remitirlos a las entidades competentes. 
4. Propiciar la formación en ciudadanía, derechos humanos, transparencia, participación social y combate a la corrupción para fortalecer la cultura democrática de las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, afroecuatorianos y montubios, así como estimular las capacidades para el ejercicio y exigibilidad de derechos de las y los ciudadanos residentes en el país, como ecuatorianos y ecuatorianas en el exterior. 
5. Promover la formación en ciudadanía, derechos humanos, transparencia, participación ciudadana y combate a la corrupción en los funcionarios de las entidades y organismos del sector público y de las personas naturales o jurídicas del sector privado que presten servicios o desarrollen actividades de interés público. 
6. Propiciar la recuperación de la memoria histórica, tradiciones organizativas, culturales y experiencias de participación democrática del Ecuador. 
7. Monitorear la gestión participativa de las instituciones que conforman el sector público y difundir informes al respecto, los mismos que serán enviados al órgano competente. 

rt. 8.- Atribuciones frente al control social.- Son atribuciones del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social en lo relativo al control social lo siguiente: 
1. Promover y estimular las iniciativas de control social sobre el desempeño de las políticas públicas para el cumplimiento de los derechos establecidos en la Constitución, y sobre las entidades del sector público y de las personas naturales o jurídicas del sector privado que presten servicios públicos, manejen recursos públicos o desarrollen actividades de interés público. 
2. Apoyar técnica y metodológicamente las iniciativas de veeduría, observatorios y demás espacios de control social, que así lo demanden, para exigir cuentas de la gestión de lo público, en el marco de los derechos constitucionales.  
3. Las veedurías ciudadanas podrán vigilar el ciclo de la política pública con énfasis en los procesos de planeación, presupuesto y ejecución del gasto público; la ejecución de planes, programas, proyectos, obras y servicios públicos, así como las actuaciones de las y los servidores públicos en general. Si en el informe de la veeduría, se observare que existen indicios de responsabilidad, el Consejo enviará a la autoridad competente copia del informe para su conocimiento y tratamiento de forma obligatoria.  
4. Actuar como enlace entre el Estado y la ciudadanía dentro de los procesos que se generen de las iniciativas ciudadanas e instar para que las solicitudes y quejas ciudadanas sean atendidas. 
5. Requerir del Consejo Nacional Electoral la debida atención a las peticiones presentadas por la ciudadanía para revocatoria del mandato a las autoridades de elección popular y para convocatoria a consulta popular en los términos prescritos en la Constitución. 

Art. 13.- Atribuciones en el fomento a la transparencia y lucha contra la corrupción.- Son atribuciones del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social en lo relativo al fomento a la transparencia y lucha contra la corrupción lo siguiente:  
1. Promover políticas institucionales sobre la transparencia de la gestión de los asuntos públicos, la ética en el uso de los bienes, recursos y en el ejercicio de las funciones públicas y el acceso ciudadano a la información pública. 
2. Requerir de cualquier entidad o funcionario de las instituciones del Estado la información que considere necesaria para sus investigaciones o procesos. Las personas e instituciones colaborarán con el Consejo y quienes se nieguen a hacerlo serán sancionados de acuerdo a la ley. 
3. Las personas naturales o jurídicas de derecho privado que presten servicios o desarrollen actividades de interés público, que no entreguen la información de interés de la investigación dentro de los plazos establecidos en la Ley de Transparencia y Acceso a la información, serán sancionadas por el organismo de control correspondiente a petición del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, sin perjuicio de las acciones civiles o penales a que hubiere lugar. 
4. Requerir de las instituciones del sector público la atención a los pedidos o denuncias procedentes de la ciudadanía, así como investigar denuncias a petición de parte, que afecten la participación, generen corrupción o vayan en contra del interés social.
5. Emitir informes que determinen la existencia de indicios de responsabilidad que sean calificados por el Consejo, de acuerdo a la reglamentación interna respectiva y siempre que esta determinación no haya sido realizada por otro órgano de la misma función, además de formular las recomendaciones necesarias e impulsar las acciones legales que correspondan. 
6. Actuar como parte procesal, en tanto los informes emitidos son de trámite obligatorio y tendrán validez probatoria, en las causas que se instauren como consecuencia de sus investigaciones. 

7. Solicitar a la Fiscalía la protección de las personas que denuncien o testifiquen en las investigaciones que lleve a cabo el Consejo, a través del sistema de protección de víctimas y testigos. En caso de riesgo inminente instará la actuación inmediata de la Fiscalía.